
Soñé que lo tenía todo, y que junto a ti mi estela de dolor se había borrado; supongo que la felicidad solo es una utopía.
Dejé de curarme para sanar tus heridas, y ahora no hay nada que pueda hacer; solamente te vas sin decir adiós.
Mi cama se enfría y no estás aquí, esta fiebre me está matando silenciosamente; te necesito, pero tú no a mí.
Guarden sus consejos, mi corazón es necio; no los voy a oír. Creía en los cuentos de hadas, pero contigo conocí una versión moderna, una versión sin finales felices.