El cielo azul se confunde en tus ojos oceánicos, el sol irradia poco a lado de tu sonrisa, mi llanto se vuelve una cálida brisa cuando tus dedos suaves como pétalos rozan mi piel y limpian mis heridas. A tu lado veo mi medianidad, soy vulnerable, me siento como un niño perdido, ámame y sálvame; no me dejes caer. Tú y yo, mis labios y los tuyos, tu cuerpo y el mío; apocalipsis de amor que destruye los lados oscuros y desolados de este cuerpo sin calor.